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En la última edición del concurso bulthaup | La cocina como espacio vital, el jurado distinguió con una segunda mención el proyecto "Vivienda unifamiliar en Santa Bárbara, Valencia" por el carácter singular que el uso de la madera y la piedra natural confieren a la cocina; por la adecuada y equilibrada distribución modular de las distintas áreas del espacio vital –cocción, almacenaje, comedor y estar– y por haber logrado establecer un diálogo orgánico entre la cocina y el exterior de la vivienda.

Una casa en el campo

Se trata de una vivienda unifamiliar ubicada en el campo sobre un altozano que domina el espacio circundante. El proyecto quería generar una relación con el entorno con diferentes grados de privacidad, diluyendo el límite interior/exterior. Así, el espacio global está concebido con una clara distinción entre la zona de día y la de noche, distribuidas en alas claramente diferenciadas, con un tercer cuerpo que constituye la zona de invitados.

Víctor García abordó el proyecto partiendo de un lenguaje formal sencillo: la combinación de una serie de volúmenes prismáticos de hormigón armado apoyados sobre muros de mampostería adaptados a la orografía del terreno. Un juego de volúmenes en el que se combinan fundamentalmente tres materiales básicos: la madera de cedro canadiense de las lamas horizontales que hacen de filtro de la luz exterior, la piedra en seco de los muros y el hormigón blanco de la estructura.

Piedra, madera y bulthaup b3

Este juego de materiales se repite en la cocina, en la calidez de la madera de nogal del mobiliario bulthaup b3 y la contundencia de las encimeras de piedra. Como afirma García, “bulthaup armoniza la alta tecnología y la artesanía en un logrado intento de revitalizar la tradición, con unos acabados de gran calidad estética y durabilidad, y el empleo de formas nítidas y materiales tradicionales, que responden perfectamente a las demandas actuales y al carácter de nuestro proyecto”.

Una cocina que se permea con el exterior a través de sus materiales elementales, rotundos y cálidos a la vez. Una geometría existencial más allá de modas y avatares que afirma su carácter humano mediante espacios creados para la comunicación.

Fotógrafos: Sievers & Carreguí