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Corría el año 1992 cuando un grupo de 43 decoradores decidió exponer sus ideas transformando un antiguo convento de la madrileña calle General Oraá. De entrada, la iniciativa sorprendió, aunque rápidamente captó la atención del público y los profesionales. Interioristas, arquitectos, diseñadores, artistas y paisajistas se convirtieron en incondicionales de este evento anual itinerante, que llenaba de propuestas nuevos edificios, edición tras edición… hasta llegar a la actual. Para celebrar sus cinco lustros de historia, Casa Decor ha abierto sus puertas en el barrio de los Jerónimos, en la calle Antonio Maura 8, a apenas unos pasos del Parque del Retiro. El edificio de cuatro plantas no puede negar su filiación burguesa y novecentista: ladrillo rojo para la fachada, alternando con luminosas ventanas abalconadas, y un interior dominado por la calidez del parquet de pino melis, con el contrapunto de las estilizadas columnas de fundición. Hasta 67 espacios de este inmueble-escenario sirven como laboratorio de pruebas para los participantes del evento; allí nos desvelan su particular visión del interiorismo actual. La cita es obligada.

La intensidad del rodaje ‘bulthaup O’Donnell’

El factor tiempo es clave en Casa Decor: más que un proyecto de interiorismo, el desarrollo y la materialización de cada propuesta recuerdan más al rodaje de una película. Porque los espacios se asignan apenas un mes y medio antes de la inauguración, así que no hay un minuto que perder. Les sucedió a Alberto Porras e Ignacio Carrasco de bulthaup O’Donnell, cuando les adjudicaron su plató: dos estancias contiguas, una con balcón a la calle y otra interior, apenas divididas entre sí por dos gráciles columnas de hierro fundido. Después de la primera tormenta de ideas, tocó afinar, replantear, decidir… y ¡rodar!

The pace of a film shoot at bulthaup O’Donnell

The tight deadline is key at Casa Decor: rather than a design project, the development and implementation of each interior is reminiscent of a film shoot. Because the spaces are only assigned a month and a half before the opening, there’s not a minute to be lost. That is what Alberto Porras and Ignacio Carrasco from bulthaup O’Donnell knew when they were notified about the space they would be working with: two adjacent rooms, one with a balcony facing the street and the other set back in an interior area, scarcely separated by two cast iron columns. After the first brainstorming session, they had to hone their ideas, reconsider, decide and…. shoot!

Un reducto de serenidad

El resultado de todo ese esfuerzo ha sido un espacio de serena armonía, un reducto sobrio y a la vez cálido y vivo. Un oasis de paz en el interior de un edificio que, durante los 40 días en que permanece abierto a los visitantes, puede resultar desbordante por la impresionante variedad e intensidad de los estímulos. En este espacio bulthaup, el gris del mobiliario b3 y del suelo de microcemento de la zona interior de la cocina ceden protagonismo a las maderas macizas del parquet y la barra de bar de la isla, y ni que decir tiene, a los nuevos bulthaup solitaires: mesa, banco y elemento de preparación. Para las paredes, en un claro guiño al carácter del edificio, los interioristas han dispuesto una alternancia de paneles murales b3 con molduras de líneas clásicas, confirmando la gran versatilidad de ambientes que es capaz de crear la firma bulthaup.

An oasis of peace

The result of all these efforts is a space of serene harmony, conveying a contained yet warm, lively atmosphere–an oasis of peace inside a building which, during the forty days it remains open, can overwhelm visitors given the striking variety and intensity of stimuli it has to offer. In this bulthaup space, the subdued greys of the b3 units and the micro cement floor in the inside kitchen area highlight the solid wood in the parquet, the island counter and, needless to say, the new bulthaup solitaires: the table, bench, and preparation unit. On the walls, in a clear nod to the building’s original character, the designers have alternated b3 panels with classical moldings, confirming the outstanding versatility of environments that bulthaup is capable of creating.

Desembarcan los solitaires

Contra este sereno y elegante telón de fondo en tonos grises y madera, cerca ya de la luz natural del balcón que da a la calle Antonio Maura, descubrimos a los protagonistas del proyecto bulthaup en esta edición de Casa Decor: los nuevos solitaires. Presentados aquí por primera vez en España, exhiben un acabado artesanal de extraordinaria destreza. En la mesa –la pieza central de esta nueva línea de mobiliario– el tablero de roble macizo de 5 cm de grosor queda encajado entre dos piezas metálicas que retoman el estilo del bastidor, fabricado en aluminio anodizado de color negro mate. Y como una mesa de semejante empaque exigía un debido acompañamiento, bulthaup ha concebido siguiendo los mismos criterios el banco solitaire, realizado en roble de excepcional calidad y recubierto de almohadillas de piel de vaca curtida y encerada, que no hacen más que ganar carácter con el tiempo. El mueble de preparación, por su parte, diseñado con idénticos materiales, es un elemento móvil de gran versatilidad: aquí le vemos montar guardia junto al balcón, encantado con su papel de mueble-bar.

El esfuerzo ha valido la pena. Tras seis intensas semanas de rodaje y edición, la comunidad bulthaup acude al estreno de este decorado que convence por la pureza de líneas, marca de la casa, y que en connivencia con el clasicismo del edificio-escenario, llena el espacio de vida y serenidad.

Ushering in the solitaires

 

Against this serene, elegant backdrop of grey and wood surfaces, as we move closer to the natural light from the balcony facing Calle Antonio Maura, we discover the protagonists of the bulthaup project at Casa Décor event: the new solitaires. Presented here for the first time in Spain, they reveal extraordinarily skilled workmanship. In the table –the central piece in this new product line– the 5 cm-thick solid oak tabletop is set between two metal pieces that continue the style of the leg frame, made of matte black anodized aluminum. And realizing that a table with such powerful character needed to keep the right company, bulthaup followed the same criteria to design the solitaire bench, made of exceptional-quality oak and covered with tanned, waxed cowhide cushions that only gain character over the course of time. The preparation unit, designed with identical materials, is a highly versatile movable element: here we see it standing guard next to the balcony, delighted with its role as a bar cabinet.

It was worth all the effort. After six relentless weeks of shooting and editing, the bulthaup community can attend the premiere of a staging that engages viewers with its pure lines, typical of the bulthaup brand –which, in alliance with building’s classic spirit, fills the space with life and serenity.